Ella y él...

Hace veinte años o más...
No recuerdo, ni quiero.
Éramos uno y todos... éramos vivos y sonoros...
Dejamos a un lado
las pendejadas del amor,
la grandeza de la ilusión,
mientras nos topábamos
con la realidad: salir a patear
la calle,
lo que no nos enseñaron en la escuela.
Yo, Torcuato más feliz que el coño,
deambulé... tuve mundo y viví.
Hoy tengo la certeza de vivir
al lado de la mujer que nunca existió
en mi realidad,
pero vivió en mi soledad...
Hoy, tú, aunque tan lejos estés,
aunque mil kilómetros te separen
de mis ojos,
estaré... simplemente estaré...
TU
YO

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