Horas aciagas
Quiero tu olor, y
tu mano extendida,
tu pálpito en mi
pecho
y tu espíritu
silente
que escucha
cuánto siento.
En estos momentos
redoblo al
espíritu,
invoco al grito
ansioso
y la pena
extendida
por tu ausencia.
En estos momentos
te necesito.
Tu voz me tranquiliza
y tus pasos me
definen.
Puedo calcar tu
horizonte
y desprenderme de
tu recuerdo,
pero el hoy me
debilita
y me empapa
en tragos de
amargura
por no saberme
tuyo…
Comentarios