Lo independiente en el periodismo...

Esta mañana, viendo el noticiero Venevisión, llamó mi atención una coletilla insertada que rezaba "tu canal independiente", inundando mi memoria e invitándome a escribir sobre la ligereza, lo deportivo y hasta lo oportuno del uso de este adjetivo con muchas connotaciones. Pero sólo me referiré, y espero ser breve, a su impacto en el ámbito periodístico.
Recuerdo que hace unos años, comenzando este nuevo milenio, sugerí al director de Nueva Prensa de Guayana insertar sobre el logo del cover del periódico la frase "Diario Independiente". No estaba descubriendo el agua tibia, pero sí dando pasos hacia lo que podía venir posteriormente con la diatriba política puyando la piel de los medios de comunicación.
Esta sugerencia, aceptada tras mis alegatos sobre su incidencia y beneficios, la hice porque fue en Panorama (diario del Zulia) donde la observé por primera vez como parte del concepto, de la visión, de un periódico. Aún reza en su logotema "Diario Informativo Independiente".
También la llevé, hace casi dos años, a otro medio de comunicación acá en Ciudad Guayana cuyo proyecto armé como siempre, como si fuera el de mi vida. Pero murió antes de nacer por esas cosas de los dueños que sólo quieren un "canal" para los negocios. Pero eso es otra historia.
Lo independiente en el periodismo se ha convertido en una panacea hoy más que nunca. Atrás quedaron la objetividad y el equilibrio, fundamentales para comunicar bien, para profundizar en el hecho noticioso, para aportar soluciones y para formar a una audiencia, público, que cree cada vez menos en los medios de comunicación tradicionales.
Lo independiente, un concepto bien determinado para impedir intervenciones ajenas en líneas editoriales, pasó a ser un cliché de uso a conveniencia.
Por lo tanto, no existe independencia. La subjetividad y el desequilibrio se esconden detrás del "ser independiente" hoy en día en medios venezolanos.
Soy un optimista eterno, pero somos el reflejo de nuestra sociedad actual.