Complicidad...

A tus ojos pude mirar,
como cada mañana,
tentando lo indecible,
hurgando en lo imposible.
A tu boca me aferré,
deseando tus labios,
horas, muchas horas,
después de no verte.
A tu encanto me entregué
sin saber que en mis rincones
estás...
Busco tu silencio,
tu mirada rosada,
el verbo sin decir,
porque en silencio me guardo,
sin espera y sin razón,
sólo sabiendo
que eres
mi mejor cómplice...
Nadie sabe cuánto siento,
sólo tú en esa corta y ancha distancia,
revoloteas en mi piel...
Volteo a mirarte
y temo no encontrarte...

Comentarios

Entradas populares