Anécdota...
Quise hablar de mis hijos
y el viento se llevó las palabras...
Quise reflejar en versos
cómo son
y apenas relaté
momentos vividos...
Mis hijos, que no son tan míos,
y que siempre serán ellos,
me dijeron en silencio...
Papá, no te amargues,
pues yo sigo siendo tu reina
yo sigo siendo tu rey,
yo sigo siendo tu príncipe
y todos enclavan la ley...
Y saben que en pocos años,
cuando el viento devuelva,
mis brazos estuvieron
para cobijarlos,
tenerlos un breve espacio,
hablarles sin espanto...
conmigo y sin mí...
Y me devuelvo
"papi, me vienes a buscar?"
Sí, hija mía,
cuando extiendo mi mano,
cuando apenas despiertas,
estaré junto a ti,
aunque el tiempo haga mella,
aunque el sol se oculte antes de mirar
tus resplandecientes ojos...
DEDICADO A SARAH VALENTINA Y A SEBASTIÁN JOSÉ...
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